La Política del Decálogo
Prólogo al libro de Patrick Simon, ¿Se puede ser católico y liberal ?, París, 1999.
La norma liberal consiste en someter a todos los miembros de la Ciudad a los cuatro artículos del Decálogo que conciernen a la política :
- — no robarás,
- — no desearás injustamente el bien ajeno,
- — no asesinarás,
- — no mentirás,
esta última norma está incluida en la política, porque la mayoría de las mentiras violan de hecho el Derecho o son necesarias para la injusticia.
La justicia liberal, por consiguiente, todo el mundo la conoce, y todo el mundo se somete a ella en su vida cotidiana, incluidos los políticos y otros hombres del Estado, cuando precisamente no actúan como hombres del Estado. Aquel que no se conforma : que golpea a su vecino, agrede a los transeúntes en la calle para robarlos, mata a su mujer, ese se encuentra en la cárcel, en el hospital o en la morgue. La definición liberal de la justicia es por tanto la definición normal de la gente normal. Entonces, ¿por qué aberración debemos sufrir los saqueos y otras vejaciones de un Estado que es socialista como nunca ? ¿Y por qué esquizofrenia tantos clérigos, supuestos « cristianos », y como los demás conscientes y respetuosos de la justicia natural, aprueban de su parte todos esos delitos y crímenes ?